TUTELA

¿Qué implica tutelar a un perro?

Hoy en día en lugar de decir dueño o amo de un perro, podemos decir que somos los guías o tutores de un perro, pues en el presente asumimos unas tareas, obligaciones y responsabilidades frente al perro tutelado.

¿Qué es tutelar?

La autoridad para cuidar a otro sujeto que no puede hacerlo por sí mismo en su totalidad. Lo cual conlleva:

  • Poner limites en las conductas.
  • Tomar decisiones.
  • Exigir determinadas acciones que no haría por si mismo, por su bienestar.

¿Puede un perro cuidarse por si solo?

En los entornos en los que conviven con nosotros, no podría cuidarse por sí solo. Pues influyen diferentes situaciones que el perro no tiene las capacidades para saber que algunas acciones tienen consecuencias y que les puede perjudicar en su salud. Por ejemplo, no saben que si cruzan la calle, les puede pillar un coche; que deben de vacunarse para estar sanos; o que no es saludable comerse cualquier cosa que encuentre por la calle; entre otras.

Podemos decir que es un sujeto que debe ser tutelado, y esta tutela se podría comparar a la de un/a niño/a, pues ambos necesitan de una tutela para su correcto desarrollo y aprendizaje. Para poder comprender y gestionar el mundo en el que conviven con nosotros.

¿Qué implica tutelar a un perro?

Tutelar a un perro implica tomar decisiones, poner limites y en ocasiones exigir acciones que el perro no querrá hacer, en aquellos casos en los que el perro no tenga la capacidad de decidir qué es lo mejor para su bienestar tanto en el presente como en el futuro. Además de, dar mucho cariño a nuestro peludo.

Debemos tomar las decisiones de nuestra tutela siempre teniendo en cuenta el bienestar del perro, y saber diferenciar en que ocasiones el perro tiene la capacidad decidir y en cuales no, para así no intervenir en el desarrollo de su autonomía, pues esta esta es esencial para su correcto bienestar social.

Ejemplos de acciones de tutela en la vida diaria:

  • Elegir la alimentación (pienso, BARF, comida cocinada,…)
  • Elegir la zona de descanso.
  • Bañar o no a nuestro perro.
  • Enseñar una educación básica (pasear con correa, saludar adecuadamente, etc.)
  • Vacunar a nuestro perro.

Ejemplos de acciones de tutela en el comportamiento del perro:

  1. Ofrecer acompañamiento cuando lo necesite: los perros como animales sociales necesitan sentirse aocmpañados.
  2. Coordinar nuestra conducta para ayudar al perro: el perro debe saber escuchar nuestras indicaciones y nosotros saber que le va a ayudar más en cada momento.
  3. «Subordinar» la conducta del perro a nuestras indicaciones en algunos momentos: es imprescindible para una tutela responsable, siempre en pro del beneficio y bienestar del perro. Por ejemplo: pararlo para cruzar la calle. No te dejo hacer aquello que te perjudica, para hacer aquello que te beneficiará.

Consejos para una tutela responsable

  • Si el perro es capaz de decidir por sí mismo, no deberíamos decidir por él.
  • No es nuestro el que manda, si no el conocimiento que tengamos sobre lo que es más adecuado en cada momento.
  • No tomar decisiones caprichosas, según nuestro interés.
  • Basar las decisiones en evidencias y no en creencias.
  • Tener en cuenta el bienestar y la salud de nuestro perro.
  • Dejarlos ser perro, hasta el punto que ellos no tengan la capacidad de decidir qué es mejor para ellos.

La tutela implica tomar decisiones y obligarle a hacer lo que no le gusta con el fin del bienestar del perro.

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