PREMACK

¿Conoces el principio de Premack como refuerzo positivo en la educación canina?

¿Qué es el principio de Premack?

El principio de Premack, también llamado principio de probabilidad diferencial, es una teoría del condicionamiento operante propuesta por el psicólogo estadounidense David Premack, que indica que cuando dos estímulos se vinculan, el que mayor probabilidad de ocurrir refuerza positivamente a otro menos probable.

Premack señaló que el reforzador puede ser cualquier situación o actividad que el sujeto valore. Por tanto, un comportamiento agradable y frecuente aumentará la ejecución de otro menos preferible o probable, siempre y cuando el primero se haga consecutivamente al segundo.

Premack en la educación canina

Dentro de la educación canina podemos conocer y utilizar diferentes refuerzos positivos, en función de lo que estemos trabajando, entrenando o de aquello que queremos que el perro aprenda y asocie de forma positiva.

Estos refuerzos van a facilitar el bienestar de nuestro peludo en su vida diaria y convivencia con nosotros, por consiguiente nuestro bienestar también se verá influenciado positivamente. Podemos decir, que el principio de Premack es un intercambio, es decir, hacer algo o pasar por una situación en la que sabes que cuando finalice obtendrás algo muy positivo.

El principio se puede utilizar de dos maneras:

  • Para positivizar algún elemento o situación como puede ser el transportín, el baño, el timbre, etc.
  • Para desensibilizar aquellos elementos o situaciones que el perro ha asociado negativa en un primer momento.

Ejemplos de Premack

  • Tansportín: si cada vez que el perro se monta en el tranportín, después va a un lugar que le encanta, como por ejemplo a pasear por el campo, el transportín adquirirá un valencia emocionalmente positiva para el perro. Si por el contrario, cada vez que se monta en el transportín acaba en el veterinario (suponiendo que este no le gusta), este elemento adquirirá una valencia emocionalmente negativa y por tanto no se querrá subir.
  • El baño: si cada vez que bañamos al perro, obtiene un premio muy apetecible, como por ejemplo un hueso de jamón, salchicha, carne, etc. le encantará ir al baño, o si no le gusta mucho lo aceptara de buena gana por que sabe que después le van a dar algo muy rico.
  • El timbre: si cada vez que suena el timbre le ofrecemos un delicioso premio a nuestro perro, el sonido del timbre adquirirá una valencia emocionalmente positiva y te buscará para recibir su premio en lugar de irse a la puerta a ladrar para defender su territorio.
  • Ruidos pirotécnicos: suelen tener para los perros una carga emocionalmente negativa, puesto que generan miedo, al ser algo inesperado y estridente. Pero si el perro cada vez que escucha un ruido de estas características recibe un super premio, al igual que en la situación del timbre, aceptará este ruido como algo normal de la vida y lo asociará a algo de mucho valor, como es la comida. Posiblemente, el perro al escuchar uno de estos ruidos te buscará para recibir su delicioso premio, eso sería ¡fantástico!.

¡Pon estos ejemplos en práctica y veras los resultados!

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